La capaceta de la ilusión. La capaceta vacía que se llena con el trabajo y la vida, con el sudor y la alegría. La capaceta de amor y dignidad de un producto natural y acorde con la esencia de la vida. Una capaceta, que florece con la primavera y se siembra en otoño. Cada uno, sueña con su capaceta de ilusión: rebosante de esperanza y ansia de un mundo mejor. Un sueño: una capaceta prospera y esencial en un mundo propio de la realidad natural. Una capaceta plena de esencias y virtudes, de responsabilidad y sostenibilidad, de realidad y naturaleza, llena de posibilidades de otro mundo posible. En fin, nuestra propia capaceta, nuestra capaceta de la ilusión.
martes, 2 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Hola guapos, que se desborda la capaceta, pasadnos otra
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